Nadie supo nada de aquello que al cabo de 9 meses lo hizo regresar
con un ramo de flores y una sonrisa tímida y fría.
Mutt agendó esa fecha como si se tratara de una cita con el dentista, sin embargo
él la guardaba en su corazón. Mutt volvió para conocer a su hija.
Desafortunadamente la madre no lo esperaba y su llegada empeoró su condición.
Meses antes la madre se encontró mal al saber de aquello que trajo de vuelta a Mutt y
deseó con su alma jamás haberlo conocido...
Ella no vivió para llorar en el rostro de la pequeña hija,
fruto de una aventura para ella,
y del verdadero amor, para Mutt.
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